La boda de Blake Lively y Ryan Reynolds es posiblemente la celebrity-wedding más discreta de los últimos tiempos. Los actores se dieron el 'sí acepto' en una ceremonia celebrada en Carolina del Sur ante 35 invitados y tan solo unos pocos detalles trascendieron del gran día. Entre ellos, la firma que diseñó el vestido de Blake: Marchesa.
Ahora la firma ha presentado su primera colección post-Blake en el marco de NY Bridal Week y las novias posh de medio mundo analizan al detalle sus propuestas para convertirse ellas también en unas Upper East Siders.
De su vestido únicamente vimos un detalle, pero sí sabemos cómo Georgina Chapman y Keren Craig, directoras creativas de la firma, lo diseñaron. Cosido a mano, el cuerpo estaba realizado en tul de seda en drapeado, y se decoró con cristales y cuentas de oro rosa. Tambiñen sabemos que era largo, que la falda tenía volumen y que, por supuesto, era blanco. ¿Y los zapatos? Blake se subió a unos Christian Louboutin.
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